Siento discrepar. El pasado es bonito, es necesario y resume una trayectoria de experiencias que han formado nuestra personalidad y nuestra forma de ser, pero el pasado nunca puede ser nuestro referente ni quedar atrapados en él. Muchas veces añoramos lo que fuimos o nos arrepentimos de lo que no hicimos y obramos en el día a día intentando conseguirlo y no nos damos cuenta que nos estamos limitando a nosotros mismos. ¿Por qué imitar aquello que fuimos creyendo que volveremos a ser grandes? Las personas cambian, el mundo se mueve y se transforma y las fórmulas que hace años funcionaban ahora no sirven, por tanto mirar atrás es el consuelo de los pesimistas. Los optimistas miramos adelante y tomamos el pasado como una simple referencia, como un recuerdo, porque no les negaré que olvidar el pasado también es de estúpidos, pero tenemos como objetivo mejorarlo y superarlo, y llegar a un sitio en el que nunca hayamos estado.
Por tanto no se desesperen, analicen su situación, midan su capacidad, estúdiense a si mismos y por favor, no se comparen nunca al pasado, piensen que lo que viene por delante será necesariamente mejor. Sean constantes, día a día y no tengan prisa por alcanzar su objetivo, es más, nunca definan el objetivo pues también se estarán poniendo límites, tengan una leve idea y disfruten del esfuerzo y de la rutina, sin haberse dado cuenta habrán llegado a un punto en el cual no habían estado y que por supuesto será mejor que todo lo vivido con anterioridad.
Si asumes por lo tanto que lo mejor está por venir, no sólo estás venciendo al pasado sino al presente ya que te estás negando a conformarte y quieres más, y estás mostrando una actitud de remontada y de necesidad de moverte, y ese, háganme caso, es el primer paso de una larga carrera de fondo.
Ya saben, no se queden esperando a que el pasado vuelva o se repita, vayan ustedes al futuro con imaginación y muchísimas ganas de llegar lejos, se divertirán.
Me gusta no... lo siguiente!
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